¿POR QUÉ VOTARÍA EN BLANCO?

Se acercan las elecciones y todo el mundo anda dando lata con el tema, especialmente desde que en las redes sociales ha surgido una especie de movimiento pro voto en blanco. Sin embargo, esta iniciativa también tiene sus "opositores", no porque no quieran que se vote en blanco o quieran decir que el movimiento es dañino, sino porque consideran que el voto en blanco es igual o peor que los demás candidatos. Esta idea creo que la explican bastante bien en este artículo.

¿Por qué entonces, después de leer eso, alguien estaría dispuesto a votar en blanco? Si hacemos caso al artículo de arriba, en la práctica en Colombia votar en blanco no sirve, pero el hecho de que no sirva no lo convierte en una mala opción a tomar. Evaluemos el caso detenidamente para entender por qué digo lo que digo.

En el ejercicio democrático contamos con múltiples opciones que podemos reducir a tres: encontramos un candidato o unas ideas de nuestro completo agrado, encontramos algunas ideas que nos agradan y algunas que no, o no encontramos nada que nos agrade.

Miremos el caso del medio: encontramos algunas ideas que nos agradan y algunas que no (en principio en un mismo candidato). Podemos renombrar este caso como "votar por el menos peor". Creo que para nadie es un misterio que eso es lo que hemos estado haciendo hace mucho tiempo, y en realidad es una movida que encuentro oportunista, facilista, resignada y conformista. ¿Por qué tengo que priorizar el apoyo a una o dos ideas dejando a la deriva otras que considero igual de importantes? Si un candidato es defensor de legalizar el aborto pero se opone a reglamentar y legalizar la eutanasia, ¿Debo votar por él porque representa a medias las ideas que considero correctas?

Algunas veces he visto críticas del tipo "es que nunca va a encontrar un candidato 100% afin a sus ideas", lo cual es cierto pero no es algo que me importe mucho. Yo no necesito (ni quiero) un candidato 100% afin a mis ideas, porque en principio yo mismo puedo tener ideas erradas. Yo no quiero un plan de gobierno adaptado a mí, lo que deseo es un candidato capaz de tomar decisiones racionales apoyadas en la evidencia. Si dicho candidato expone ideas contrarias a las mías, pero tiene evidencia sólida para tomar esa decisión, me parece que es el candidato perfecto para mi; y si eso es mucho pedir en este país ya nos vamos dando cuenta por qué esta vaina nunca va a cambiar ni a mejorar. ¿Hay algún candidato actualmente que cumpla con ese requisito? La verdad, para mí, todos los actuales partidos y candidatos son hatos de bestias y zoquetes. 

Eso nos deja con el último escenario: no encontrar algo que nos agrade. En este caso podemos optar por no votar o por anular el voto también. Pero mi deseo no es abandonar el acto democrático; yo quiero votar, y quiero votar por alguien que esté en capacidad de llenar mis espectativas. Pero si no lo hay, una de mis mejores opciones es votar en blanco.

En este escenario votar en blanco no me sirve de nada por dos motivos. El primero es el expuesto en el artículo del primer párrafo, y el segundo es que el votar en blanco no me garantiza que llegue alguien que cumpla mis expectativas, pero entonces me pregunto, ¿Alguna de las otras dos opciones sirve para lograr esos propósitos?

¿Votar por alguien que tiene algunas ideas afines a las mías y algunas no, pero que sustenta esas ideas en todo menos la razón, me sirve para ejercer un cambio político de fondo? Tal vez me sirva para que "las grandes maquinarias" no se hagan con el poder, pero cambiar maquinarias de zoquetes por pequeños partidos de zoquetes (que eventualmente pueden volverse nuevas maquinarias) no es un cambio político.

Así pues, el problema con el voto en blanco no resulta de su practicidad, sino del enfoque y del imaginario que se ha creado en torno al mismo. El voto en blanco NO va a tumbar maquinarias políticas, NO va a proporcionarnos mejores candidatos, NO va a salvar al país de la corrupción y la ineptitud de los gobernantes en las próximas elecciones. 

Yo no votaría en blanco por cumplir alguno de esos objetivos que el voto en blanco no está en capacidad de realizar; lo haría porque quiero ser partícipe del acto democrático pero no existe ningún candidato que llene mis expectativas, y en ese sentido mi voto no está en un nivel pragmático sino en un nivel de compromiso con la democracia: quiero votar y quiero elegir a alguien idóneo para el puesto, pero hasta ahora no existe, y hasta que esa o esas personas no lleguen no puedo votar por alguien más, aún cuando quiero votar. Por ese motivo mi opción es el voto en blanco, no porque piense que voy a cambiar al país, ni porque piense que el voto en blanco generará una revolución en las próximas elecciones.

¿Quieren generar una verdadera revolución? Dejen de pensar en quien carajos los va a gobernar y empiecen por gobernarse a sí mismos con el poder de la razón. Tal vez cuando eso pase dejarán de pensar que el mejor candidato es el que les dice tal cual lo que quieren oír, y empezaran a pensar que el mejor candidato es aquel que es capaz de tomar decisiones racionales (muchas veces difíciles y contraproducentes para su imagen política)  y no solo decisiones "de campaña". En últimas, el problema con ver el voto en blanco (y en general el voto por cualquier candidato) como una medida pragmática que salvará al país radica en que seguimos pensando que debemos encontrar las soluciones a nuestros problemas en un mesías político y no en nosotros mismos, mesías que tal vez nunca veremos.