viernes, 17 de enero de 2014

MIRA: LA INDIGNACIÓN DE LA CORRECCIÓN POLÍTICA



Hay algo que no me termina de cuadrar en la indignación del pueblo colombiano con el asunto de las declaraciones discriminatorias de Maria Luisa Piraquive. No es que me parezca malo que se haya dado todo este escándalo que ha servido para destapar la podredumbre que se cocina al interior de ese tipo de sectas. Tampoco me parece malo que la gente reaccione enérgicamente condenando este tipo de declaraciones; eso es lo mínimo que debió haber pasado ante tal demostración de estupidez de la señora Piraquive. Pero sigo sintiendo la fétida presencia de la corrección política, de la mano de una ética trasformista que se acomoda según conveniencias.


¿Cuales son realmente los motivos que desencadenaron tal nivel de indignación en la población general? ¿Realmente están preocupados por las prácticas discriminatorias de sectas religiosas (y religiones a las que no se les llama sectas), o es que la señora se metió con quien no debía? Reconocer las causas de un evento como el que se está presenciando en Colombia es vital para saber si estamos ante un hecho que verdaderamente representa un cambio a nivel de mentalidad, o simplemente estamos asistiendo a otra furia indignada de 15 minutos que se esfumará con los primeros destellos del amanecer.

Para hacer este ejercicio de búsqueda de causas simplemente debemos evaluar otros casos de discriminación llevados a cabo por la religión. ¿Recuerdan el debate sobre matrimonio igualitario? ¿Recuerdan que la senadora Piraquive, familiar de doña Maria Luisa, se opuso al matrimonio igualitario esgrimiendo casi que la biblia literalmente, al igual que otros colegas como el nefasto Gerlein? Ese día hubo indignación, pero ciertamente la indignada fue una minoría y no alcanzó los niveles de lo que está pasando hoy en día.

Pero no contentos con eso, la discriminación también se hace hacia personas que no creen en las fantasías en las que creen estos personajes. Basta ver el twitter del señor Marco Fidel Ramirez para darse cuenta la manera en que trata a ateos y a la comunidad LGBTI, siendo este señor un funcionario público, que está en todo el derecho de creer y decir lo que le dé la gana, pero también está en el deber de actuar como funcionario público SIN meter sus creencias, cosa que claramente nunca ha hecho.

Entonces, ¿Dónde está la indignación en estos casos? El mismo Marco Fidel, en una demostración de doble moral que alcanza proporciones astronómicas, es capaz de twittear cosas como estas:


Entonces, ¿Estamos haciendo la de Marco Fidel y nos indignamos cuando nos conviene? La no discriminación de las personas va más allá de farfullar cuando es políticamente correcto y callar cuando el asunto no nos agrada. Creo que con esto más de uno entenderá por qué no es necesario ser ateo, gay, negro, mujer o discapacitado a la hora de defender los derechos humanos y luchar contra la discriminación.

Cómo me gustaría que todo este revuelo conlleve a un cambio en la manera de pensar de las personas, que sirva para mostrarnos que los derechos de las personas no dependen de su imagen mediática ni de lo políticamente correcto que es defender a unos mientras abandonamos a otros, sino que los derechos son para todos por el simple hecho de ser personas. También me encantaría que este hecho muestre lo nocivo que es hacer política desde un púlpito, desde una cosmovisión religiosa dictada por el que ostente el poder de su secta particular.

Tal vez, si todo eso se vuelve realidad y no es flor de un día, podamos acercarnos un poquito a todas esas revoluciones y cambios sociales que soñamos. Cómo deseo que todo esto sea algo más que indignación políticamente correcta.

1 comentario:

  1. Antes de uno lanzar juicios, primero se debería verificar si la fuente de información es veraz y está COMPLETA. Con un fragmento de video de un poco mas de 3 minutos es arriesgado concluir que los de MIRA son discriminadores. Aqui hay otro aparte del video de la convención de predicadores. http://youtu.be/sf35CysgSO8

    ResponderEliminar