lunes, 4 de marzo de 2013

LA CIENCIA EN LA MORAL

El eterno resquicio y bastión impenetrable de los dogmas religiosos: la moral. A medida que la ciencia ha ido resolviendo diferentes enigmas, las religiones se han visto cada vez mas relegadas en su campo de acción. Sin embargo, siempre han encontrado refugio en la moral por considerar que la ciencia nada tiene que decir con respecto a estos temas; y eso resulta peligroso si dicha religión posee el poder suficiente para imponer su visión de moralidad en la población.
Resulta verdaderamente extraño que los que decidan sobre la corrección o incorrección de la agencia humana lo hagan sobre bases tan pobres. ¿Resulta válido esgrimir un libro como la biblia para condenar la sexualidad humana? ¿Qué criterio tiene un musulmán para considerar que el honor de una mujer violada debe ser limpiado azotándola, a parte de basarse en sus creencias religiosas?
En sus escritos sobre ética, tanto Sócrates como Aristóteles le daban un lugar sumamente importante a la ignorancia en el actuar humano. El primero sostenía que no existía algo como la akrasia (actuar en contravía de la razón), y que los actos erróneos que se cometían derivaban de la ignorancia (ver Protágoras). El segundo sostenía que, si bien el agente siempre era consciente de su actuar, también había cierta ignorancia involucrada en el actuar acrático, pero esta ignorancia radicaba más en no poner en práctica el conocimiento que se tiene, y no en no poseer determinado conocimiento en absoluto (ver Ética a Nicómaco, libro VII)
El otro punto que compartían ambos filósofos era el lugar que le daban a la razón. La renuencia de Sócrates a pensar que hubiera algo como la akrasia, y los matices aristotélicos con respecto a poseer y activar un conocimiento para dar cuenta de la ignorancia, apuntan a mantener a la razón como rectora del comportamiento humano. En ningún caso y por ningún motivo un hombre podía actuar sin tener en cuenta su razón, o teniéndola como una mera esclava sujeta a los caprichos del placer y el deseo.
Dejando a un lado las teorías y resultados de estos dos personajes, pensemos un momento en ese legado de mantener a la razón por encima de todo y tratemos de adecuarlo a nuestros tiempos. ¿No resulta claro que una persona bien informada y con conocimientos sólidos puede tomar mejores decisiones morales? Arístoteles también apuntaba en su teoría que para la acción humana no hay una distinción entre conocimiento y opinión verdadera (doxa), puesto que las personas podemos sostener opiniones de tal manera que las consideramos conocimientos. Acomodando dicha visión a nuestros tiempos, ¿No puede ser la ciencia la que nos ayude a sacar esas opiniones y reemplazarlas por conocimientos certeros? ¿Que otra, si no la ciencia, puede hacer esto?
Tomemos algunos ejemplos para ilustrar el punto y el manejo terminológico (tomado de los filósofos griegos pero adaptado a nuestro problema actual) que estoy haciendo. Supongamos que un familiar sufre una enfermedad y acude a una consulta homeopática, luego de la cual termina curándose. En nosotros se puede formar la opinión "la homeopatía funciona" a partir del caso de nuestro familiar enfermo. Con esta opinión podemos tomar decisiones de índole moral. Supongamos que, luego de la experiencia con nuestro familiar, un amigo cercano enferma. Podemos decidir ayudar a nuestro amigo recomendándole la homeopatía y llevándolo al mismo personaje (que no médico) que atendió a nuestro familiar. Resulta claro que nuestra intención es ayudar pero, ¿Es correcto el modo en el que estamos ayudando? Si un católico fanático condena a un homosexual, ¿No lo hace porque lo quiere "ayudar" a no ir al infierno? Si un musulmán devoto azota a su hija después de haber sido violada, ¿No lo hace porque considera que la está ayudando a purificar un pecado?
Tanto en el caso de la homeopatía como en los de los religiosos, una opinión que manejan como un conocimiento certero los lleva a realizar acciones perjudiciales, ya sea para la salud de un amigo, para el normal desarrollo de una sociedad libre, o para la integridad física y mental de una hija y una mujer. Viendo este panorama, que no se aleja nada de la realidad del mundo en el que vivimos, ¿No puede ser la ciencia una mejor herramienta para la toma de decisiones? Por supuesto que sí.
La ciencia está en capacidad de desterrar opiniones infundadas por dogmas religiosos, pseudociencias oportunistas, o por mera ignorancia (porque como dicen nadie nació aprendido). Si cualquiera de nosotros, como agente moral, sabe que la homeopatía no supera un efecto placebo, o sabe que la homosexualidad no es una conducta ajena a la naturaleza sino que se puede presentar naturalmente y no representa una enfermedad mental o algo por el estilo, o sabe que las lesiones físicas, lejos de "curar" el honor de una persona, pueden afectarla seriamente tanto física como mentalmente, ¿No está mejor capacitado para tomar decisiones morales?
El conocimiento nos dota de mejores herramientas para la toma de decisiones. Decisiones más y mejor informadas son decisiones moralmente más correctas; y esa información y conocimientos no provienen de un libro dogmático escrito hace miles de años, o de un pastor que difunde la palabra de dicho libro. Ese conocimiento proviene de la ciencia. No es perfecta ni mucho menos, pero es muchísimo mejor herramienta que lo anteriormente mencionado. Tampoco es garantía de un mejor actuar moral porque, retomando la idea de Aristóteles, no basta con que la persona sepa si no quiere poner en práctica dicho conocimiento; pero que una persona quiera abrazar los sinsentidos o los dogmas como conocimientos certeros, y actuar en base a ellos y no al conocimiento científico, de ninguna manera invalida el aporte y la pertinencia de la ciencia en el campo moral. Por tanto, la ciencia no solo puede, sino que debe tener voz y voto en el ámbito moral. Es necesaria para formar mejores personas y mejores sociedades, muy a pesar de lo que los líderes religiosos consideren. La moral ya no es el bastión de los dogmas, ni la excusa para preservar pensamientos arcaicos y retrógrados.

Recomiendo el siguiente video de Sam Harris, que en parte inspiró este escrito.


**Actualización:
Un artículo en dos partes que habla de este tema:
¿La moral laica es mejor que la moral religiosa? (I)
¿La moral laica es mejor que la moral religiosa? (II)

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