jueves, 15 de marzo de 2012

FILOSOFÍA APLICADA: ¿POR QUÉ ES MEJOR ALEJARSE CUANDO EL AMOR NO FUNCIONA?



El amor es un maldito irracional, punto. Son ínfimas las ocasiones en las que nos dirige hacia alguien sin meternos en problemas. En el mejor de los casos nos enamoramos de alguien que ya tiene pareja pero no conocemos a ninguno de los dos. En los peores (y tal vez más frecuentes) nos enamoramos de personas bastante cercanas a nosotros pero con las que ya estamos en otro nivel relacional. Es ahí cuando nos enamoramos de la mejor amiga, la novia del amigo/hermano/primo/etc., la compañera de clase que a duras penas sabe que existimos...y así. También es ahí cuando no sabemos que hacer y empiezan los dolores y las angustias.


Ante estas situaciones surgen 3 caminos: echarse al agua y que la cosa funcione, echarse al agua y que la cosa no funcione, y por último desistir siquiera del intento porque notamos que es practicamente imposible. Para efectos de este análisis tomaremos en consideración el caso en el que nos echamos al agua y la cosa funciona pero por algún motivo termina y vuelve a su estado previo; y este caso se diferenciará de los otros dos en ciertas concepciones.

Los 3 caminos, tal y como los hemos descrito, tienen un factor común: al final no sabemos muy bien como manejar la situación puesto que una cosa es aceptar que no hay futuro en esa relación y otra aniquilar los sentimientos de un día para otro, pero como seguimos viendo a esa persona casi a diario no podemos separar muy bien unos sentimientos de otros y no sabemos manejar las distancias. A continuación, apoyado en el "Tratado sobre la naturaleza humana" de David Hume, daré razones para optar por alejarnos, al menos por un tiempo, y así evitar problemas y sufrimientos eternos.

Tomaré prestados algunos conceptos de Hume y haré una analogía con los factores involucrados en las relaciones del parrafo anterior para llegar a mi conclusión. En la teoria de Hume tenemos impresiones, ideas y creencias. Las impresiones son afecciones que se dan en nuestros sentidos y que darán lugar a las ideas en nuestra mente. Las ideas, por tanto, son copias de esas impresiones que quedan en nosotros y pueden ser ideas de memoria o ideas de imaginación. Las creencias son ideas vivaces relacionadas o asociadas con una impresión presente. Entre más vivaz sea la idea más fuerte sera la creencia en ella.

Ahora, retomando al asunto que nos compete, vamos a decir que las impresiones van a ser la persona de la cual estamos enamorados y todas las experiencias que tuvimos con esa persona. La persona como tal cuando esté frente a nosotros será una impresión presente y las experiencias serán impresiones que dejaron ideas en nosotros. Las ideas van a ser los recuerdos que tengamos de esas experiencias y de esa persona o lo que nos imaginemos con y sobre esa persona. Por último, la creencia va a ser el creer en la existencia de amor entre esa persona y nosotros.
Cuando efectivamente hubo una relación pero terminó las ideas de las experiencias serán ideas de memoria puesto que son ideas de cosas que pasaron (en la teoria de Hume las ideas de memoria pueden pasar a ser de imaginación y visceversa. Esto servirá para el segundo caso pero en éste asumiremos que aún son ideas de memoria). Cuando la otra persona no aceptó la relación o ni siquiera nos atrevimos a preguntar podemos formar ideas de imaginación (e.g. soñar con lo que habría podido ser).

Estas ideas darán lugar a la creencia en el amor. Esta creencia esta fuertemente vinculada con la otra persona puesto que fue ésta la que generó esas experiencias, y su mera presencia es suficiente para que revivamos o recordemos los momentos felices y hagamos más vivaces esos recuerdos, y por ende la creencia. Por tanto, el estar cerca de esa persona intensifica el creer que ese amor aún existe. En el caso de haber tenido una relación los recuerdos se intensificarán intensificando la creencia. En el caso de no haber tenido una relación, esas imaginaciones que tenemos se harán tan vivaces con la presencia de la persona que pueden pasar por recuerdos e igualmente intensificarán la creencia.

Así pues, el estar cerca de la persona hace que creamos que existe un amor entre ésta y nosotros; o al menos que puede existir. El problema se produce cuando esta creencia choca con otros hechos como por ejemplo ver a esa persona en otra relación o cuando recordamos igualmente la experiencia del rompimiento o de la decepción y se produce una contradicción entre este recuerdo y la creencia.

¿Cual es la solución? Como vimos hasta ahora la fuerza de la creencia radica en la vivacidad de las impresiones presentes. Para dejar de creer en ese amor necesitamos convertir los recuerdos y a la persona en ideas débiles que no den vivacidad a la creencia. Este tránsito se puede dar por medio de la distancia. El olvido de un recuerdo lo debilita y lo convierte en una idea de memoria débil o incluso en una idea de imaginación (ver un recuerdo como algo tan borroso y oscuro que no pensemos que en realidad pasó). De esta manera la creencia puede menguar hasta que llegue el momento en que la desechemos. ¿Cuanto tiempo hay que alejarse? Depende de cada uno y de su capacidad de superación de situaciones. ¿Es posible que después de alejarnos un tiempo el recuerdo reviva al volver a ver a la persona? Tal vez; no creo que sea un método infalible pero puede ayudarnos en esos momentos en los que la incertidumbre nos consume y no vemos la luz al final del tunel.

3 comentarios:

  1. Gracias: muy buen comentario.

    Yo he estado (estoy) saliendo con varias chicas (tres o cuatro y a la vez) PERO... no logro olvidar a mi ex novia con la que estuve por cinco años y su ausencia me está matando (auque yo no esté solo).

    Debo reconocer que aún me duele... pero sus comentarios me ayudarán mucho.

    Gracias de nuevo.

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  2. Me identifico mucho con el tema pues hice muchas cosas para lograr que un amigo se fijara en mí y llegaramos a ser algo más; sin embargo él siempre estaba pendiente de alguien más. Por mucho tiempo trate de que él volcara toda su atención en mí, pero no sucedió, si bien era atento y amable siempre me recalcaba que sólo me veía como una amiga y que le interesaba otra persona que no le correspondía. Me cansé de sufrir por algo imposible y de perder mi tiempo y mis energías por alguien que nunca me valoró por lo que decidí alejarme. Me cambié de facultad y al principio fué muy difícil y no niego que me gustaría saber de él y cómo le va, hace tiempo él intentó comunicarse conmigo pero preferí no responder sus mensajes. No es fácil, han pasado casi ocho meses, pero ahora estoy en paz y mucho más tranquila y feliz. La distancia si me ha ayudado y poco a poco su recuerdo va quedando atrás.

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  3. Mi historia es muy parecida a la tuya Norma por eso te entiendo mucho, sobre esa persona que dices te faltó completar que no te valoró como tú quisieras o no correspondió tu amor mejor dicho...hiciste lo mejor hasta te felicito mantener la amistad en esas situaciones no es lo mejor...bueno yo me salí de la vida de esa mujer cuando yo estaba muy mal cuidando de mi madre enferma con aprietos económicos mientras que ella tiene un novio guapo, el apoyo de su familia y amigos...no me arrepiento por esa decisión pero siento porque esa persona me ayudó mucho que le debo eso es lo que no me hace olvidarme de ella...

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