lunes, 6 de julio de 2009

RESPUESTA A UN AMANTE DE LA TAUROMAQUIA

Ya que nada relevante pasa en mi miserable vida, hablemos de cosas que pasan en el país; pero para no aburrirnos hablemos de cosas superfluas que pasan en el país. Y digo superfluas porque con todas las vainas raras, macabras, infelices y sorprendentes que pasan aquí, el tema que traigo hoy no tiene mayor relevancia.
Tengo en mis manos la más reciente edición impresa de la revista Semana, y en ella hay una entrevista con un señor llamado Felipe Negret, miembro de la corporación taurina de Bogotá.
A continuación reproduzco algunos apartes de dicha entrevista de los cuales hago comentarios. Cabe aclarar que no me gusta la tauromaquia y que si de mí dependiera, la aboliría inmediatamente y montaría cualquier otra cosa en la Santamaría; pero como no depende de mí, tengo que hacer un esfuerzo por tolerar a aquellos a los que sí les gusta, pero si leen esto y son amantes de la tauromaquia les pido el favor que así como yo me los aguanto a ustedes, ustedes también me aguanten a mi y a quienes no compartimos sus peculiares gustos. Ahora si pasemos a la entrevista.

Gustavo Gomez: ¿Cree, como se desprende de la argumentación de Ordoñez, que la crueldad con los toros ayuda a que no seamos tan crueles entre nosotros?

Felipe Negret: Lo que sí creo es que hay que hacer una lista donde prioricemos las crueldades. Que arranque por la pobreza o por el maltrato infantil, pero no con los toros. Distinto es que la muerte sea esencia de la fiesta.

¿Por qué resulta cruel la pobreza o el maltrato infantil pero no la muerte de un toro? Si nos apegamos a que las dos primeras afectan al ser humano y la última no, no creo que haya sustento suficiente para distinguirlas. Por otra parte, si la pobreza fuera una condición deseada ¿Seguiría siendo cruel? Es decir, si una persona deseara ser pobre, ¿se diría que se está siendo cruel con esa persona? Y si un niño completamente racional decidiera ser masoquista ¿Se estaría siendo cruel con ese niño? La crueldad de esos actos deriva de su imposición al sujeto que los sufre, y por esa misma imposición es que los sufre y no los desea. Un niño no es capaz de desear castigo innecesario, y si se le proporciona es por un mórbido placer a lastimarlo y no porque lo necesite o lo desee. Una persona es pobre porque otros tienen un mórbido deseo de poder y de dinero y lo han llevado hasta esa situación, no porque desee vivir en la miseria. Luego, la crueldad de estos actos proviene de la incapacidad de elección de aquel hacia quien van dirigidos. El sujeto que sufre estas crueldades no es libre de escoger otra cosa, no se le da la posibilidad de escoger otra cosa y su sufrimiento deriva en el placer de otros. No porque el toro sea un animal irracional incapaz de decidir no sera capaz de desear placer y rechazar el dolor. Ese desear y rechazar es algo innato en los animales, incluso en el hombre, y ningún animal irracional optara por el dolor por encima del placer. Luego, se le esta imponiendo un dolor innecesario al toro al matarlo en una corrida; y ese dolor innecesario tiene como único propósito satisfacer el placer de otros. Por tanto, considero que sí hay crueldad en ese acto, indistintamente de que se le este causando a un animal y no a un ser humano; y el hecho que se deba considerar la crueldad hacia los humanos por encima de la crueldad hacia los animales es un asunto meramente moral, que no le resta crueldad al hecho en sí.

G.G.:¿La muerte como parte del patrimonio cultural colombiano?

F.N.: Y cívico: cuando la gente va a toros tiene un comportamiento más respetuoso que en el fútbol. ¿O cuando ha visto que maten a un espectador en toros?

El comparar el actuar de dos tipos de público para argüir civismo es bastante inapropiado. No porque una persona vaya al estadio a ver fútbol es más violenta que una que va a ver toros. Es una cuestión de cultura ciudadana más que una cuestión de diferencias entre espectáculos. El fútbol como espectáculo en sí no genera violencia, la violencia es generada por las pasiones desmedidas que se despiertan en los espectadores. En un evento como una corrida de toros, ¿Qué rivalidad sustentada en el espectáculo se puede dar? No creo que los de una localidad vayan por el toro y los de otra por el torero. No hay pasiones mas allá de la de ver un animal muerto; y si ya murió el toro ¿Para que matarse entre espectadores? Al final de la corrida algunos estarán ebrios, otros intercambiando números celulares y otros discutiendo la bravura del torero ante un desvalido y maltrecho toro. ¿Quien discute con quien? No estoy defendiendo a los que se agreden en los partidos de fútbol; simplemente estoy diciendo que la cultura ciudadana no nos da para manejar rivalidades tan superficiales como las de un partido de fútbol, pero esto no quiere decir que el problema sea del espectáculo en sí. Así que no creo que el toreo haga más civilizadas a las personas ni que el fútbol las haga menos civilizadas, como apunta el señor Negret.

G.G.: ¿Es más violento un antitaurino que un taurino?

F.N.: Vaya a la plaza y vea cómo estos bárbaros agreden a los asistentes física y verbalmente. En Bogotá somos 14.000 personas que tenemos derecho a los toros.

Es bárbaro agredir a un igual pero no lo es agredir a un animal y deleitarse con su muerte. Nuevamente el factor humano define los limites de lo que es bárbaro o no sin tener en cuenta el acto en sí. Por otra parte, he sido testigo de agresiones físicas y verbales por parte de la policía hacia personas sin motivos aparentes. ¿Esto hace que la policía sea violenta y bárbara? Esta claro que tenemos libertad para protestar contra aquello que creemos incorrecto o contra aquello que no nos gusta; y también esta claro que para ejercer ese derecho a la protesta hay muchísimos medios. Algunos escogen el camino violento para hacerse sentir, aunque jamas he sabido de un aficionado a los toros que haya muerto a manos de un antitaurino, así que esa violencia no pasará del calor de una protesta en la que nadie hace eco de una idea que se considera justa. Claramente es perjudicial que se presenten hechos violentos al momento de defender una idea, y no quiero hacer eco del uso de la violencia para tales fines, pero tampoco se puede tratar de bárbaros a todos sólo porque algunos causan revueltas.

G.G.: ¿La ley debería proteger el derecho de los animales a no ser maltratados en las plazas?

F.N.: Lo protege, pero no en el toreo y las riñas de gallos.


G.G.: ¿Por qué esas excepciones?


F.N.: No son excepciones: es la naturaleza de esos espectáculos. El toro de lidia, por ejemplo, nace para morir y, por cuenta de los extremismos, llegaremos a un daño ecológico irreparable: si no hay toreo, desaparecerá el toro de lidia.

Me encantaría que el señor Negret me mostrara el primer animal, incluido el ser humano, que no nació para morir. Porque de existir, a mí también me encantaría poder disfrutar de esa inmortalidad. Por otra parte, no se casi nada de toreo ni de toros pero me gustaría saber en que momento fue creado el toro de lidia, y además, en que momento nos convertimos en dios o hablamos directamente con él para que creara tal animal. Porque si el toro de lidia depende del toreo para existir, es de suponer que si no existía toreo tampoco existía dicho toro; y hasta donde yo se, ni con el hombre ni con el mundo nació el toreo. Por tanto, o bien lo crearon, o bien lo adaptaron para tal fin. Y si fue adaptado, no veo porque no puede vivir en libertad; y si no es apto para vivir libre usenlo para exhibición, o en última instancia, dejen que desaparezca; es mucho mejor que deje de existir a que sea criado para que sufra. Son capaces de acabar con especies completas contaminando y talando bosques pero no son capaces de acabar con su creación para terminar el sufrimiento de un animal.

Por ahora no tengo nada mas que decir. Cualquier queja, sugerencia o reclamo ya saben donde dejarla. Eso si: se que es un tema que puede generar polémica entre los cuatro gatos que visitan esta cosa pero por favor, sin insultos bobos, infantiles ni vacíos.

3 comentarios:

  1. Bueno, creo que en este caso ha sido fácil rebatir tan pobres argumentos, suponiendo que hubiese válidos para los que no nos gusta ese "espectáculo" .

    En mi opinión personal el toreo se ha venido cayendo de su propio peso, lamentablemente esas pocas personas que les gusta, manejan gran poder adquisitivo como para mantenerlo. Ya que las leyes y manifestaciones no han podido evitar eso, creo que a las nuevas generaciones realmente les importa menos eso.

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  2. es inevitable que el espectaculo taurino desaparezca, es por propia naturaleza!

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  3. Cristopher:
    Tiene toda la razon, los argumentos que se usan para defender la posición pro taurina no son muy consistentes, y el único hecho que parece darle vigencia al espectáculo es el otro hecho que usted apunta: el público. Las peleas de gallos y de perros se hacen casi que clandestinamente y nadie sabe de ellas porque, a parte de los niños ricos que van a apostar, la mayoria de personas que acuden a estas matanzas no son ni politicos ni empresarios ni escritores, es gente común y corriente; mientras que para una corrida hay despliegue de medios, publicidad y lagarteria en general porque son grandes personalidades las que acuden.
    Tendremos que educar a nuestros hijos en tradiciones menos brutales para que nuevas generaciones puedan hacer lo que le ha quedado grande a las anteriores.
    Un saludo.

    Dmentlok:
    Ojala sea asi y lo único que uno vaya a ver a la Santamaria sean espectaculos realmente culturales como las obras de teatro del festival.
    Un saludo.

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