Si en algo
son buenos los magufos de la medicina es en exagerar y tergiversar, como en los
casos que veremos hoy. Muchos de los “tratamientos” que ofrecen se basan en
apelaciones a la antigüedad, la tradición, teorías ridículas y/o abandonadas, o
simplemente en absolutamente nada. Pero en ocasiones (muchas ocasiones), toman
tratamientos médicos convencionales y los tergiversan, los usan mal, o les
atribuyen lo que sea que les convenga para montar su negocio.
En la
anterior entrega ya lo veíamos, la limpieza de colon es un procedimiento usado
en medicina, pero ni de lejos es un procedimiento para “desintoxicar” el cuerpo,
ni es recomendable hacerlo porque sí y cuantas veces a uno se le ocurra. El día
de hoy, y recuerden que seguimos en la fase de “desintoxicación orgánica”,
veremos dos tratamientos basados en procedimientos médicos, pero que han sido
adornados, tergiversados y reacomodados, para encajar en la tal “desintoxicación”.
Cámaras
hiperbáricas
La medicina hiperbárica se define como “relativo a, producido, operado, o
acontecido a presiones por encima de la presión atmosférica normal”. Estos
procedimientos tienen toda una historia en su haber (pueden leerla en el link
anterior), y a medida que se ha experimentado con estos cambios de presión y oxigenación, se
pudo ver mejorías en ciertas condiciones médicas. En particular, sirve mucho
para tratar descompensaciones sufridas por practicantes de buceo, y también se
notó que personas con afecciones cardiacas podían ver tener un alivio al
desplazarse a zonas con diferentes altitudes.
Hoy en día,
existen institutos como
Undersea&Hiperbaric medical society, dedicados al
uso e investigación de la medicina hiperbárica, y en ciertos tratamientos
médicos se usan cámaras hiperbáricas. Sin embargo, el hecho de oxigenar por
oxigenar es otra cosa muy distinta, y oxigenar para “desintoxicar” es todavía
más distinto.
Muchos
charlatanes han usado al oxigeno como excusa para ofrecer cuanto “tratamiento”
se les ocurre. Así como tenemos temporadas en las que una fruta “milagrosa”
aparece prometiendo curar desde una picadura de mosquito hasta un cáncer
terminal, así mismo han surgido habladurías en torno al oxigeno:
¿Puede el oxígeno curar el cáncer y el sida? Ellos intentaron con enemas de ozono. Ellos intentaron con oxígeno bajo presión en cámaras hiperbáricas. Ellos incluso pusieron pacientes con cáncer en comas inducidos con sobredosis de insulina, con la esperanza de que esto, de alguna manera, regulara el oxígeno que recibían las células cancerígenas. Los científicos insisten en que no hay pruebas de que estas terapias funcionen, pero no le pueden probar a los verdaderos creyentes que no funcionan.
Muy bien,
en Vida Plena no mencionan el cáncer en el tratamiento con cámaras hiperbáricas, pero sí mencionan múltiples “beneficios” sin otra relación que
no sea sanarlos mediante el uso de la cámara. Ya saben, si algo promete curar cosas
tan disimiles como úlceras y problemas de memoria, debemos sospechar que algo
no anda bien.
Sueroterapia
De este
procedimiento solo tenemos el nombre mencionado en Vida Plena, así que tuve que
tirar un poco del hilo por otras partes para saber de qué va esto.
La
sueroterapia, al igual que la medicina hiperbárica, tiene toda una historia en la medicina, y esa historia se relaciona con los inicios de la
inmunología, y el tratamiento de enfermedades como la Difteria.
Sin embargo, parece que la sueroterapia de la que debemos hablar dista un poco
de esta historia.
La sueroterapia se puede definir como “el tratamiento de una
enfermedad infecciosa mediante la inyección de un suero inmune o antitoxinas”.
Si tiramos un poco del hilo podemos ver qué tipo de instituciones ofrecen estos
“tratamientos”, como el del Dr. Jose Ignacio Bermudez, que a
parte de la sueroterapia ofrece biorresonancias, acupuntura, homeopatía y, oh
sorpresa, cámara hiperbárica. Así mismo, podemos ver que se ofrece tanto para
aliviar una gripa como una depresión. Recuerden, si ofrecen cosas tan disimiles…
Pero
tenemos más. Sandra Arias, donde ofrecen medicina biológica y
terapia celular (¿Recuerdan cómo se anuncia Vida Plena?), nos dice que la
sueroterapia es:
Una técnica de aplicación efectiva de los medicamentos biorreguladores a través de sueros seguros para el organismo humano.
Y entre sus
“posibles beneficios” mencionan desde desintoxicar (y dale con la palabreja),
hasta curar depresiones y adicciones.
Para cerrar
este recorrido, tenemos a la Fundación Alborada y su
presidenta, Pilar Muñoz Calero, de España, que ofrecen otro curioso tratamiento
del que hablaremos más adelante: la quelación. Esta señora menciona algo que me
permitió tirar un poco más del hilo: la sensibilidad química, de la cual nos
habla Alfonso Gamez, de Magonia:
La SQM [sensibilidad química múltiple] no ha sido claramente definida, no se ha propuesto ningún mecanismo creíble que la provoque, ni ha habido un solo caso demostrado científicamente. Lo único que hay es un variado conjunto de síntomas que pacientes y supuestos expertos identifican como causados por el mal.
Como
podemos ver, esto encaja perfectamente con lo que venimos viendo sobre Vida
Plena. Tenemos una serie de tratamientos “desintoxicantes”, que nos ayudaran a
eliminar unas “toxinas” aparecidas de quien sabe dónde, y que causan
sintomas sumamente variados, a tal punto que fácilmente podrían causar
un cáncer, una gripa, calvicie, impotencia sexual, o depresiones.
Esto no
necesariamente quiere decir que estemos ante un fraude médico, pero, como se
suele decir, de eso tan bueno no dan tanto; y si se ve como un pato, camina
como pato, y suena como un pato… lo mejor es sospechar, porque probablemente
están pretendiendo meternos los dedos a la boca; y lo mínimo que deberían
ofrecer para creerles, es evidencia sobre la efectividad de sus tratamientos, y
no en forma de testimonios (como suelen hacer estas empresas), sino con papers
y resultados.
Eso es todo
por hoy. Para la próxima: Drenaje linfático y terapia celular suiza.
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