martes, 6 de agosto de 2013

LA FALACIA "Y USTED QUE HARÍA / PROPONE"



Con las cosas que están pasando en Colombia, como el proceso de paz o la intentona de revocar al alcalde de Bogotá, he visto ultimamente en varios debates interneteros una defensa muy particular ante distintos cuestionamientos. Si alguien critica el proceso de paz, inmediatamente aquel que lo está defendiendo (o que al menos posa como defensor) suelta la que podría considerar como la defensa impenetrable: "Y entonces, ¿Usted qué propone?". Si alguien critica al alcalde sale una pregunta similar: "Y entonces, ¿Usted qué haría?".

Las palabras pueden cambiar: Usted que haría/propone/postula; usted a quien recomienda/postula/elige; usted cómo ejecutaría/actuaría; etc.; pero el propósito sigue siendo el mismo: invalidar la crítica inicial. Algunos lo niegan cuando se les ponen las cartas sobre la mesa, y dicen que solo estaban pidiendo una opinión o algo por el estilo; pero en un análisis del planteamiento que hacen podemos ver que resulta altamente falaz y tramposo. Podemos verlo con el siguiente ejemplo:
Don Falacia: A es el mejor candidato para la presidencia.

Héroe: A es un mal ejecutor de sus proyectos porque lo hace azarosamente, ignorando las posiciones de sus colaboradores y ejecutando sin orden ni ateniéndose a un plan.

Don Falacia: ¡Ah si! Bueno y entonces, ¿Usted a quien propone?
Nótese que con la última pregunta  Don Falacia se prepara para introducir un hombre de paja del tamaño de King Kong. No importa la respuesta que nuestro Héroe brinde ya que Don Falacia probablemente se sentirá vencedor y asumirá que desactivó la crítica del Héroe. Veamos por qué es así revisando las posibles posiciones del Héroe:
  • El Héroe calla o responde que no tiene algo que proponer: En esta situación Don Falacia puede asumir que, como el Héroe no propone nada, entonces su premisa inicial (A es el mejor candidato para la presidencia) es válida. Aquí el hombre de paja consiste en desviar el debate hacia la falta de opciones del Héroe. Don Falacia no está respondiendo a la crítica, simplemente está diciendo que, como el Héroe no presenta opciones, la suya se valida automáticamente. De esta manera evita responder a la crítica (usando el hombre de paja) y valida su premisa inicial con una simple pregunta...tramposamente y sin ruborizarse.
  • El Héroe propone algo: Supongamos que el Héroe responde: "Yo propondría a B". En este caso el hombre de paja no se montará alrededor de la ausencia de respuesta sino alrededor de B. Don Falacia puede ahora pasar cómodamente a criticar la opción del Héroe representada en B y decir cosas como "B es corrupto, ladrón, tiene propuestas altamente perjuidiciales para el país". Como vemos, de nuevo Don Falacia evita responder a las críticas del Héroe hacia A, y decide irse lanza en ristre contra B, para luego validar su premisa inicial basándose de nuevo en un hombre de paja.
  • El Héroe le hace notar a Don Falacia que está incurriendo en una falacia: Don Falacia puede estar incurriendo en la falacia con o sin conocimiento de causa, pero eso poco importa en este escenario. Lo que Don Falacia puede hacer en este caso es admitir su error (cosa que difícilmente pasa) o responder que él no pretende desviar el debate sino simplemente conocer la opinión del Héroe. Si esto último es el caso vemos que, de todas maneras, Don Falacia rehuye responder las críticas del Héroe, y puede optar por aplicar una falacia Ad Lapidem luego de conocer la respuesta del Héroe.
Como podemos ver, en cualquier caso Don Falacia evitará responder las críticas hechas por el Héroe, lo que claramente constituye una falacia si es que nuestro personaje quiere mantener su premisa inicial que dice que A es el mejor candidato.
Esta falacia también puede tomar distintas formas en distintos escenarios, y puede ser considerada también una forma de Ad Hominem. Esto nos lo explica Irving Copi:
El ejemplo clásico de esta falacia [Ad Hominem circunstancial] es la réplica del cazador al que se acusa de barbarie por sacrificar animales inofensivos para su propia diversión. Su réplica consiste en preguntar a su crítico: " ¿ Por qué se alimenta U d. Con la carne de ganado inocente?" El deportista se hace culpable aquí de un argumentum ad hominem, porque no trata de demostrar que es correcto sacrificar vidas de animales para el placer de los humanos, sino simplemente que su crítico no puede reprochárselo debido a ciertas circunstancias especiales en las que pueda encontrarse, en este caso el no ser vegetariano. Los argumentos de este género no son correctos; no ofrecen pruebas satisfactorias para la verdad de sus conclusiones, sino que están dirigidos solamente a conquistar el asentimiento de algún oponente a causa de especiales circunstancias que se vinculan con éste. A menudo logran su propósito, pues suelen ser muy persuasivos. (Introducción a la Lógica. 32)
Esta versión la podemos adaptar a nuestro ejemplo si Don Falacia opta por preguntar de entrada "¿Entonces votamos por B que es un corrupto/genocida/ladrón?". De nuevo, como explica Copi, esta pregunta no responde a las críticas hechas a la premisa de Don Falacia, sino que busca desviar el debate o validar falazmente una posición.
Así que ya saben, si se encuentran una pregunta del tipo "entonces, ¿Usted que haría?" pueden estar siendo víctimas de un razonamiento falaz que busca eludir la crítica que han hecho sin responderla.