El pasado miércoles 28 de agosto tuve el privilegio de
asistir al seminario internacional “Comunicar y Formar en Biotecnología
Con-Ciencia” organizado por Agro-bio (Asociación de biotecnología vegetal
agrícola), la SAC (Sociedad de agricultores de Colombia) y el SENA (Servicio
nacional de aprendizaje), en compañía de mis amigos Aryeh Capella y David
Osorio.
Ellos ya hicieron sus respectivas reseñas sobre el evento (aquí
y aqui), y para complementar un poco lo que han dicho les quiero contar mi
experiencia personal sobre el evento. Lo primero que debo señalar es que quedé
gratamente impresionado por la calidad del seminario. La organización fue impecable y las
exposiciones de expertos nacionales e internacionales fueron sumamente
informativas, además de estar en un lenguaje sencillo para aquellos que íbamos a
aprender de estos profesionales.
Lo segundo, y algo de lo más importante, es haber tenido la
oportunidad de estar en contacto cara a cara con científicos bastante
preparados sobre el tema. Lejos de ser personas subidas en un pedestal o
sumamente arrogantes y pedantes, estas personas son realmente bastante cálidas
y amables. A veces la sensación de ver solo nombres en bibliografías y
artículos periodísticos marca una cierta distancia entre la comunidad científica
y el resto de la sociedad. Pero al tenerlos de frente esas barreras se rompen y
es posible ver a la persona que está detrás de ese nombre.
Estos hombres y mujeres no intimidan y tampoco muerden. Al
contrario, oírlos y acercarse a ellos era prácticamente como estar al lado de
cualquier amigo o conocido. Contaron chistes, anécdotas, interactuaban con
todos de la manera más amable y natural. Pero lo más importante es que invitan
a preguntarles y a averiguar sobre sus trabajos. Es tan sumamente interesante
lo que ellos exponen que es difícil aburrirse o perderse. Y además de eso, nos
dejaron las puertas abiertas para acudir a ellos ante cualquier duda que nos
pueda surgir sobre el tema.
Este acercamiento
entre ciencia y sociedad es sumamente importante. Socializar este tipo de
trabajos permite despejar cualquier cantidad de mitos y prejuicios con respecto
a la biotecnología. Verlos no solo como científicos sino como personas comunes
y corrientes que están dispuestas a explicarle su trabajo a cualquiera, sin
distinción de formación académica, nacionalidad, estrato, etc., es realmente
grato; máxime cuando muchas veces carecemos de información confiable acerca de
este tema y ellos son prácticamente las fuentes principales a las cuales
acudir.
Pero además de eso sus historias no se reducen al ámbito
puramente científico. Todo esto tiene un trasfondo social y económico que
muchas veces se pierde en medio de las acusaciones irracionales por parte de
los antitransgénicos. ¿Quién estaría en contra de un frijol como el
desarrollado por el Dr. Argão? ¿Quién estaría en contra de las semillas “sintéticas”
o de la yuca con vitamina A desarrolladas por el Dr. Chavarriaga? Y sin embargo
a estos y a muchos otros desarrollos se les ponen trabas por cuestiones
ridículas. Es claro que hay que vigilar estos desarrollos, y de hecho deben
superar estrictos controles e invertir muchísimo dinero y tiempo, pero sobre-regularlos
basándose en absolutamente nada es un despropósito que prácticamente atenta
contra la misma humanidad.
Considero que la lección más valiosa (además de haber
aprendido bastante) y hacia la que apuntaba el seminario es la de la
importancia de la información al tratar el tema de la biotecnología. En
internet y en los medios tradicionales nos encontramos muchas cosas tanto a
favor como en contra, pero muy pocas tienen un fundamento sólido detrás que
sustente sus afirmaciones. Una imagen impactante muchas veces atrae más que un
estudio de 20 o 30 páginas; pero mientras la imagen proviene del imaginario de
cualquier aparecido, el estudio tiene todo un respaldo científico que sostiene
su validez, y tristemente esto último muchas veces es pasado por alto.
Así que antes de compartir esa foto del tomate lleno de
inyecciones que vieron en Facebook, deténganse a pensar de dónde salió esa
imagen, de dónde salió esa concepción acerca de los transgénicos y si tiene
algún tipo de validez o respaldo; porque muchas veces de lo que nosotros
transmitamos, ya sea en círculos sociales pequeños o amplios, dependerá que se
siga propagando la desinformación o se propague una mirada objetiva y asentada
en la realidad.
Nota 1: Si desean más información acerca de biotecnología
los invito a que se pasen por estas dos páginas: Agro-bio, fundación Antama.
Nota 2: Daniel Andrade se tomó la molestia de preguntarle al
ICA sobre el caso 970 y me pasó la respuesta que le dieron. Pueden pasar a
verla al final de la entrada “Solano responde”.
Nota 3: Ayer vi una entrada muy interesante sobre el lío de las semillas en Colombia. Les recomiendo que le echen un vistazo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario