Alguna vez alguien me dijo que cuando uno quiere referirse a lo más reciente que ha hecho debe decir precisamente eso: "lo/la más reciente"; en lugar de usar la expresión "lo/a último/a". Sin embargo, con "la última petrada" quiero expresar precisamente eso: que espero que sea la última de una serie de malas intervenciones por parte de nuestro alcalde.
El más reciente error que se le está echando en cara es el de promover la inclusión de prostíbulos en los centros comerciales. Dicho así, sin más datos y sin anestesia, la propuesta evidentemente no cala en nuestra sociedad impregnada de esa godarria que nos caracteriza, a veces taimada, a veces recalcitrante y frentera. Pero, parafraseando una muy manoseada frase de cajón, el asunto no es tan negro como lo pintan ni tan blanco como lo quiere hacer ver Petro en sus defensas. Hay que matizar mucho la cuestión, pero en el aire queda la sensación de que Petro ha hecho otra de las suyas y por la misma razón de siempre: por chambón.
Pero antes de que sus contradictores me alaben y sus defensores me crucifiquen, déjenme explicar en qué consiste esta vez dicha chambonería. En pocas palabras, y en defensa del alcalde, la culpa de esta chambonada no es del propio Petro sino de sus predecesores y de la ciudad misma. Vayamos paso por paso para entender qué fue lo que, a mi juicio, pasó aquí.
¿Qué es el POT?
Todo este reciente problema surgió a raíz de un párrafo en un artículo, concretamente el 278, de una cosa que se llama el POT; así que para empezar a entender todo este enredo primero tenemos que saber qué es el POT o Plan de Ordenamiento Territorial:
Hace treinta años la ciudad enfrentó una profunda crisis urbana que comprometió su desarrollo. Las dificultades de gobernabilidad, el incremento constante de la inseguridad y la violencia, los problemas de movilidad y el incremento de la vivienda informal, así como la precariedad y el déficit de la infraestructura urbana, sin los recursos financieros, técnicos y humanos que permitieran hacer frente a estas problemáticas, hicieron que Bogotá fuera percibida por analistas y por sus habitantes, en general, como una ciudad no viable y sin credibilidad alguna.
Desde los años 90, las sucesivas administraciones realizaron acciones dirigidas a garantizar gobernabilidad y a hacer efectiva la descentralización; recuperar las finanzas públicas y desarrollar políticas sociales fuertes y novedosas en educación, alimentación, salud y bienestar. Estas acciones produjeron un cambio radical en el desarrollo de la ciudad y permitieron revertir la crisis urbana.
De este manera, casi dos décadas después de iniciado el proceso, el sentir de los ciudadanos es el de una ciudad viable que, en medio de la crisis nacional, mostró que era posible avanzar y construir un proyecto de futuro.En consecuencia, a través del POT se ha logrado incluir en la agenda distrital, temas que son fundamentales para el desarrollo futuro de la ciudad y que han sido determinantes para superar las problematicas descritas, a través de la instrumentación de nuevas fuentes de financiación del desarrollo urbano, basadas en la aplicación de los instrumentos de gestión adoptados por la Ley 388/97 y la necesidad de pensar el territorio en función del desarrollo urbano, con énfasis particular en la integración de la ciudad y la Región. (POT. Qué es.)
En Colombia el ordenamiento territorial constituye un instrumento que expresa la dimensión espacial de las políticas sociales, económicas, culturales y ecológicas, con múltiples objetivos, entre los cuales sobresalen el desarrollo socio-económico y equilibrado del territorio con equidad entre hombres y mujeres, mejoramiento de la calidad de vida y de la seguridad ciudadana y humana de sus habitantes, la gestión responsable de los recursos naturales, la protección del medio ambiente y la utilización racional y diferenciada del suelo, entre otros.(ABC del POT, 6-7)
El Plan de Ordenamiento Territorial es el instrumento básico para desarrollar el proceso de ordenamiento del territorio municipal o distrital. Se define como el conjunto de objetivos, directrices, políticas, estrategias, metas, programas, actuaciones y normas adoptadas para orientar y administrar el desarrollo físico espacial del territorio y la utilización del suelo.En el caso de Bogotá constituye la carta de navegación para ordenar su territorio, tanto en el suelo urbano como en el suelo rural y que se expresa en un modelo espacial de ocupación del territorio a consolidar en el largo plazo, acompañado de un conjunto de herramientas que posibilitan su puesta en marcha, a través de la definición de las estrategias territoriales de uso, ocupación y manejo del suelo, en función de los objetivos económicos, sociales, urbanísticos y ambientales.(ABC del POT, 8)
Así pues, el POT es un plan de ruta, un "manual de instrucciones" para conducir una ciudad, en este caso Bogotá. Este plan se basa en un concepto de territorio que supera la mera definición de 'suelo' o 'pedazo de tierra'. En este caso, el territorio es prácticamente una cosa viviente que crece y se desarrolla en base a variables económicas, politicas, sociales, culturales, etc.; lo que hace que este territorio sea una construcción social (ABC del POT, 6 ss.).
Teniendo en cuenta lo anterior, en lo referente al suelo y su distribución un POT no solo debe considerar una parcelación de un terreno en pedazos, sino que debe considerar toda una serie de factores que influirán no solo en la partición de ese suelo sino también en su uso y desarrollo. No es lo mismo partir la torta a lo loco que partirla con una planificación detallada, y dicha planificación estará incluida en el POT.
¿Qué parámetros debe tomar en cuenta? Muchos la verdad. Pueden buscarlos ustedes mismos en la bibliografía de este artículo, tanto en el texto "ABC del POT", como en la página del POT o en el documento mismo del POT. El parámetro que nos va a interesar aquí está encaminado hacia el uso del suelo, en particular a las distinciones entre uso comercial, industrial o residencial, y entre el uso comercial, a unos usos particulares de ese tipo de terrenos.
Dejemos esto un momento quieto para hablar del por qué de la chambonada. Resulta que este POT en realidad es algo bastante nuevo.
Tomado de "ABC del POT" |
En la imagen no se aprecia bien el texto pero lo que nos interesa es el recorrido (para el texto consultar "ABC del POT", p. 18). Antes de 1997 no había en realidad un planeamiento estructurado para la ciudad, a parte de intentos de organizarla urbanísticamente (1989) pero sin mucho detalle. La idea del POT aparece con la ley 388 de 1997; es decir, hace apenas 16 años, y el POT propiamente dicho aparece con el decreto 619 de 2000, hace apenas 13 años. Con el decreto 469 de 2003 (hace 10 años) se hace una primera revisión de dicho plan; y ahora se busca hacer una nueva revisión del mismo por motivos que van mucho más allá de la prostitución (el SITP por ejemplo).
El punto con todo esto es que en realidad el POT no es que sea el paradigma de la madurez. Esto, unido a una concepción de territorio que permite que este cambie constantemente, a la ineptitud innata de nuestros gobernantes, y a los cambios (en todo sentido) propios de una ciudad que afectan ese territorio del que se está hablando, hacen que un POT de este tipo sea poco menos que una chambonada. ¿Por qué? Porque siempre estará corriendo contra reloj y sometido a la politiquería y trabas burocráticas que lo harán poco dinámico. ¿Cuánto puede cambiar una ciudad en 10 años? Muchísimo. Para ejemplificar, hace 8 años, cuando aún estaba en el colegio, el transmilenio aun era una novedad y si mal no recuerdo apenas estaba construido en la autonorte y la caracas. Hoy ya hay transmilenio por la 30, la 26, la 80, Suba...
Es claro que estos cambios están contemplados dentro de la idea de un POT, porque precisamente para eso le hacen revisiones; pero la realidad es que es una idea relativamente nueva que apenas está arrancando. Y no me malentiendan, esto no significa que tener un plan de acción para la ciudad sea una mala idea, simplemente significa que por ser algo tan reciente obviamente está sujeto a problemas y malentendidos, y para eso mismo se hacen los ajustes.
Ahora, para el tema que nos interesa, el de la prostitución, resulta que desde el 2004 hay una orden para reglamentarla dentro del POT, pero ninguno de los predecesores de Petro lo hizo:
La polémica que generó el tema muestra hasta qué punto es un asunto complejo de abordar. Tan difícil es que desde el 2004 la ley ordenó que “el desarrollo de los servicios de alto impacto referidos a la prostitución y actividades afines deberá regularse de manera especial en los Planes de Ordenamiento Territorial”, y hoy, nueve años después, la ciudad no lo ha hecho.
En el POT que está vigente están definidas seis zonas (en Kennedy, Tunjuelito, Barrios Unidos, Chapinero y Los Mártires), pero ni en el gobierno de Luis Eduardo Garzón ni en el de Samuel Moreno se reglamentaron por la polémica que generó la discusión del tema en la comunidad. (Cortesía de El Tiempo.com).
Aquí podríamos decir que la gestión de Petro es buena: simplemente está haciendo lo que sus predecesores no tuvieron los pantalones de hacer. El problema es que, más allá de la buena iniciativa de Petro por encausar este tipo de temas, la manera en la que lo hizo da lugar a ambigüedades, y en un país en el que todos sabemos muy bien que a la menor oportunidad todo el mundo se va a pasar las leyes por la galleta, eso es algo bastante malo. Sin embargo, aquí aun hay salvación para nuestro abatido alcalde. A mi juicio, tiene razón en alegar que la información fue mal presentada por los medios. Veamos por qué.
La manzana de la discordia es un párrafo del artículo 278 del POT. Sin embargo, para entender dicho párrafo a cabalidad debemos ver otros artículos:
Artículo 274.Normas aplicables al uso de comercio y servicios. En los siguientes artículos se determina la clasificación del uso de comercio y servicios, las condiciones para su localización y para la mezcla con otros usos.
Artículo 275.Clasificación. El uso comercial y de servicios se clasifica en convencional y restringido. El restringido se caracteriza porque su funcionamiento requiere la implementación de medidas especiales, ya sea físicas, sociales, mecánicas o químicas para evitar que se configuren impactos negativos en el entorno urbano. Dichas medidas son adicionales al cumplimiento de las acciones de mitigación contenidas en el Artículo 290 del presente plan.Cuando el funcionamiento del uso comercial y de servicios no requiere la implementación de medidas especiales, se clasifica como convencional y le aplican las acciones de mitigación contenidas en el Artículo 290 del presente plan.
En el artículo 276 se especifíca qué clasifica como 'restringido'. De ahí nos interesa: el consumo de alcohol, la música a alto volumen, y 'el encuentro sexual' y los juegos de azar (que curiosamente están unidos en un solo numeral). Finalmente tenemos el artículo de la discordia:
Artículo 278.Localización del uso restringido de comercio y servicios. Se permiten en las áreas señaladas en el Mapa No. 28 "Usos y Áreas de Actividad" según su categoría.También se permiten al interior de Centros Comerciales con área construida superior a 3200 m2, siempre que los locales donde se desarrolle el uso restringido no tengan acceso directo desde el espacio público, y las áreas comunes al interior del centro comercial superen el 35% de su área construida. Para los usos relacionados con la prostitución y actividades afines, el centro comercial debe restringir el acceso a menores de edad, debe estar ubicado en áreas de actividad de integración o de actividad económica intensiva, no debe presentar exhibiciones de la actividad al exterior y cuando se mezcle con otros usos, los accesos deben ser independientes.
En las demás zonas de la ciudad la localización de los usos restringidos de comercio y servicios no se permite, hasta tanto la Secretaría Distrital de Planeación, previa solicitud del o los propietarios, habilite su localización verificando que el o los predios cumplan con la totalidad de las siguientes condiciones:a. Que no esté relacionado con la prostitución y actividades afines.
Lo primero que queda claro es que EN NINGÚN MOMENTO se está diciendo que se va a poder poner un prostíbulo donde me de la gana, y tampoco se está diciendo que si quiero puedo poner un prostíbulo en Andino, Atlantis, Centro Mayor o Unicentro.
El POT establece unas áreas señaladas para la localización de estos espacios clasificados como restringidos. No pude encontrar el mapa para señalarles claramente cuales son esas áreas, pero me imagino que son las mismas que menciona El Tiempo.com en el artículo que cité anteriormente. Pero ahora viene lo bueno.
¿Dónde está la ambigüedad que armó todo este zaperoco? Resulta que el artículo 276 mete en el mismo saco varias actividades restringidas: alcohol, juegos de azar, sitios con música a alto volumen y sitios para la prostitución; y después el artículo 278 habla de la localización de ese uso restringido sin más. Cuando el artículo 278 nos dice "También se permiten al interior de Centros Comerciales (...)" nos está hablando del uso restringido EN GENERAL; piensen en un bar o un casino.
Obviamente, en el paquete también están metidos los sitios de prostitución, y por eso se aclara una reglamentación para estos en el mismo artículo 278. Petro y sus colaboradores han salido a decir que, en lo referente a prostitución, se está hablando de la CREACIÓN de centros comerciales que permitan dichos establecimientos. En ese sentido, lo que se estaría proponiendo es ubicar a las prostitutas en un centro comercial, entendiendo centro comercial como un lugar clasificado territorialmente para albergar actividades comerciales, y a la prostitución como una actividad comercial restringida según los artículos 275 y 276 del POT.
Por tanto, los medios de comunicación sí tergiversaron, o al menos mal interpretaron, la información que extrajeron de lo propuesto por el alcalde en el POT. Pero no todo son flores ni salvavidas para Petro. No contento con las ambigüedades de la propuesta, salió a decir que el asunto de la prostitución estaba enfocado en proteger a la familia y a los niños:
El mandatario capitalino dijo que la comunidad misma ha buscado en reiteradas ocasiones soluciones para que la prostitución no se ejerza en las calles de Bogotá, por lo que es razonable que en el POT se reglamente la ubicación de los lugares donde se realiza esta labor.
"La misma comunidad propuso que se reglamente este trabajo, de tal manera que la prostitución no se ejerza en la calle porque allí están los niños y demás personas que pasan por las vías", puntualizó. (Cortesía de El Espectador.com)
Si bien las revisiones del POT deben ser socializadas y debatidas con la comunidad, esta declaración resulta desafortunada por un marco en el que nuestra sociedad se mueve constantemente: el conservadurismo recalcitrante. Si el motivo para meter la prostitución en edificios es que la comunidad lo ha pedido porque en la calle están los niños y hay que protegerlos, mandemos al carajo todas las consideraciones propias de un POT. Estos planes no están diseñados para cumplirle los caprichos a aquellos que creen que el sexo es algo sucio que se debe esconder y tratar como un tabú. Están diseñados para satisfacer las demandas urbanísticas, sociales, económicas y políticas de una ciudad en expansión; y esta expansión no es solo en el sentido de abarcar más tierra, sino que también es una expansión en términos sociales y culturales, y me parece innegable que la prostitución y el sexo, para bien o para mal, hacen parte de la expansión social y cultural de una ciudad. Ahí está el fenómeno, y esconderlo o relegarlo a las zonas marginales no va a hacer que desaparezca. Por el contrario, lo que hace es poner en peligro y en situación de discriminación y estigmatización tanto a los que frecuentan dichos sitios como a las personas que trabajan en ellos.
Y antes de que alguien me salga con discursitos moralistas y sentimentaloides empecemos por no decirnos mentiras y por aprender a separar las cosas. NO estoy de acuerdo con la trata de personas, ni con el maltrato hacia la mujer, ni con la esclavitud sexual, ni con el abuso sexual a menores de edad; pero tampoco nos creamos esa mentira de que todas las prostitutas o todas las prepagos ejercen su trabajo presionadas por su situación económica, o por el "chulo" que las amenaza y se enriquece a costa del sufrimiento de una mujer. Esas cosas pasan, son deplorables y deben ser denunciadas; pero también debemos ser conscientes de que la prostitución es un negocio como cualquier otro y que hay mujeres que lo ejercen como un trabajo común y corriente. ¿Tienen que pagar estas últimas el precio de ser discriminadas y estigmatizadas porque a nuestra goda sociedad le parece que el sexo es algo sucio? ¿Tienen que poner en peligro su vida porque la sociedad relega sus sitios de trabajo a zonas marginales? Me parece que si la idea es planear una distribución justa del espacio, las prostitutas también tienen voz y voto, y que una reglamentación de dicho oficio beneficiaría no solo a la ciudad sino a estas trabajadoras.
Para concluir, que esto ya se fue muy largo, vamos a enumerar los puntos que pude extraer de este ejercicio:
- El POT es algo que apenas está dando sus primeros pasos, y caerle encima a Petro por las fallas de algo que precisamente se está revisando, y que no está solamente en sus manos, es algo injusto.
- Esto no quiere decir que se le deban pasar los errores a Petro. La embarró, de nuevo, y me parece que la embarró por la misma razón por la que la ha venido embarrando en otras cosas: por chambón y acelerado.
- La iniciativa de reglamentar la prostitución es positiva, y es algo que debe hacerse, pero eso no es patente de corso para salir a redactar lo primero que le salga de las narices al señor alcalde. Una mirada detenida y algunas clarificaciones con respecto a lo que propuso son convenientes y necesarias. Eso si, una cosa es fiscalizar un proceso como el POT y señalar sus fallas, y otra cosa es tirarle a la yugular a Petro "porque sí", como veo que quiso hacer mucha gente cuando esto estalló.
- El artículo 278 sí es ambiguo, pero tampoco es el adefesio que los medios nos quisieron mostrar. Me parece que se hizo una vil minería de citas para enlodar al alcalde, en lugar de señalar concienzudamente el inconveniente para hacer una apropiada revisión. Por tanto, el alcalde la embarró proponiendo algo ambiguo, y los medios la embarraron queriendo acercar la noticia más al ridículo hacia el alcalde y no tanto hacia la revisión de una propuesta que nos afecta a todos como bogotanos.
- Cada vez se le está saliendo más lo godo a esta berraca sociedad. Esas excusas pendejas de "defender a los niños y a la familia" para legislar son lo más patético y desviado que puede haber. Cuando van a entender, tanto las personas del común como los dirigentes y congresistas, que las leyes son para todos y no para los que comparten mi moral y mi visión de mundo. Si por ellos fuera, que se jodan los homosexuales y las prostitutas porque hay que defender la familia. Sean serios.
- Por favor señor alcalde, que esta sea la última salida en falso por andar de acelerado y chambón, y que no tengamos que decir en una próxima ocasión que lo volvió a hacer y que fue "la más reciente".
- Documento del POT - Los artículos mencionados están en la p. 223 ss.
- ABC del POT
- Página de la secretaría de planeación para más info sobre el POT
- Petro contra la prostitución - artículo de De Avanzada
Ufffffffffffff
ResponderEliminarAunque no lo creas, ME LO LEI TODOOOOOOOO !!! excelente critica y bien fundamentada para los que creemos que esta alcaldia es una chambonada de marca mayor !!!
Gracias por el articulo.
Gracias a ti por leerlo :)
ResponderEliminar