Es la 1:40 am en el reloj del pc. Estoy viendo Hannibal y esta lloviendo (Este es el tipo de cosas pendejas que se ponen en twitter pero, para que twitter si tengo blog).
Me gustan las noches lluviosas, y en general los días lluviosos aunque no siempre me gusta estar bajo la lluvia. A veces pienso que las noches lluviosas no deben ser muy apreciadas por los habitantes de la calle; pero creo que las noches bogotanas en general no deben ser muy apreciadas por los habitantes de la calle.
Pero a mi me gustan. ¿Por qué? Bueno, creo que el golpe continuo de las gotas en el borde metálico de la ventana me gusta, también me gusta arroparme hasta la nariz mientras oigo el tic-tac metálico de las gotas confundiéndose con el tic-tac del reloj de bolsillo en mi mesa de noche. Aunque puede que también me gusten solo porque sí.
El hecho es que me gustan. Y es extraño. Puede que a otra persona también le gusten pero puede que le gusten por otros motivos. O puede que le gusten por los mismos motivos pero no de la misma manera. Puede que mi gusto por las noches lluviosas sea tan único que sea algo extraño; así como el gusto de alguna otra persona por las noches lluviosas es tan único que llega a ser extraño.
Tan extraño como esto. Al fin y al cabo todos somos unos extraños tan extraños que somos extraños entre extraños. Extraños únicos. Tal vez por eso somos tan especiales.
Me gustan las noches lluviosas, y en general los días lluviosos aunque no siempre me gusta estar bajo la lluvia. A veces pienso que las noches lluviosas no deben ser muy apreciadas por los habitantes de la calle; pero creo que las noches bogotanas en general no deben ser muy apreciadas por los habitantes de la calle.
Pero a mi me gustan. ¿Por qué? Bueno, creo que el golpe continuo de las gotas en el borde metálico de la ventana me gusta, también me gusta arroparme hasta la nariz mientras oigo el tic-tac metálico de las gotas confundiéndose con el tic-tac del reloj de bolsillo en mi mesa de noche. Aunque puede que también me gusten solo porque sí.
El hecho es que me gustan. Y es extraño. Puede que a otra persona también le gusten pero puede que le gusten por otros motivos. O puede que le gusten por los mismos motivos pero no de la misma manera. Puede que mi gusto por las noches lluviosas sea tan único que sea algo extraño; así como el gusto de alguna otra persona por las noches lluviosas es tan único que llega a ser extraño.
Tan extraño como esto. Al fin y al cabo todos somos unos extraños tan extraños que somos extraños entre extraños. Extraños únicos. Tal vez por eso somos tan especiales.
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