domingo, 27 de diciembre de 2009

CRÓNICA ONÍRICA I

Estoy en el jardín de una casa bastante grande. La casa tiene forma de L, dos corredores que se encuentran formando un ángulo de 90 grados con una cerca a modo de balcón y muchas puertas separadas a la misma distancia que conducen a habitaciones sencillas pero agradables a la vista. En la parte donde se unen estos dos corredores hay unas escaleras blancas que conducen a un segundo piso que es idéntico al primero.
El jardín en el que me encuentro tiene forma de cuadrado. Es muy grande y esta cubierto en su mayoría por un pasto muy verde y bien podado. Yo me encuentro de pie sobre una piedra plana que hace parte de un camino que conduce a una pequeña piscina en medio del jardín. Junto a la piscina se encuentra un hombre mayor, mas o menos 50 o 60 años, alto, delgado, con un bigote negro abundante. Creo conocerlo, es un familiar de mi papa, pero no logro distinguir bien su rostro así que no estoy seguro. El hombre da unos pasos erráticos y cae a la piscina.

Corte.

Ahora estoy mirando hacia la escalera blanca; camino hacia ella y subo al segundo piso. Lo recorro lentamente, como tratando de detallarlo. Llego al final del corredor donde hay algunas plantas que decoran el balcón pero no logro distinguir sus colores. Miro hacia el jardín y recuesto mis brazos sobre el balcón y sobre ellos descanso mi cabeza y sigo mirando.
Al fondo del corredor del primer piso, perpendicular al corredor en el que me encuentro, veo una mesedora de esas antiguas, grande, de madera. En esa mesedora se encuentra una mujer joven, unos 20 años de edad, pelo corto, delgada. Tiene sus manos descansando sobre su regazo y tiene la mirada perdida en el piso. No logro ver sus ojos y no me detengo mucho en tratar de ver su rostro hasta cuando noto que esta llorando. Creo conocerla también pero me parece extraño porque es alguien a quien no veo hace mucho tiempo, creo que hace mas de 2 o 3 años. Veo las lágrimas rodar por sus mejillas y siento algo de tristeza por verla en ese estado, parece estar sufriendo por una pérdida o algún tipo de dolor sentimental. Cuando logro detallar sus lágrimas pienso primero en preguntarle por qué llora, luego lo digo desde donde estoy, aun recostado sobre el balcón pero ella esta muy lejos y no me oye. Trato de gritar pero no logro hacerlo, mi voz se ahoga antes de salir de mi boca. Lo intento una vez mas pero ocurre lo mismo. Sigo viéndola y sigue llorando pero ella ni siquiera sabe que estoy ahí.

Despierto aproximadamente a las 10:30 de la mañana.

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