Obtenemos lo que nos merecemos. Aunque muy pocas veces lo que nos merecemos coincide con lo que queremos. Creo que en eso radica la importancia de aprender de nuestros errores y tener presente nuestra historia. Al tener en cuenta esto podemos hacer coincidir lo merecido y lo querido.
Cometer un primer error es fácil, e incluso necesario para poder iniciar el aprendizaje pues ninguno nació sabio.
Volverlo a cometer puede llevarnos a asumirlo como error si en la primera vez pensábamos que era lo correcto; con una segunda arremetida podemos entender que algo falla y se esta cometiendo un error.
Cometerlo por tercera vez es mucho menos excusable, pero se podría alegar inocencia, falta de conocimiento, ignorancia, etc., aunque ya en este punto se duda mucho acerca del que comete el error.
Cometerlo por cuarta vez ya es clara muestra de estupidez y no hay nada que permita excusar a la persona. Por extensión, cometerlo mas veces conlleva a afirmar cada vez más la estupidez del sujeto.
Increíblemente conozco personas que llegan al cuarto nivel, e incluso mucho mas lejos, y debo decir que cuando esos errores reiterados son producidos por dependencia hacia otro u otros, por supuestos amores que en realidad tienen cara de todo menos de amor o por supuestas amistades que en realidad no lo son, las personas que cometen el error me producen lástima, asco y desagrado.
Y es que aunque en últimas no me importa lo que hagan con sus vidas (ya sean amigos o extraños), tengo un serio problema con que las personas no sean capaces de vivir sus vidas por sí solas sino a través de los demás.
Espero nunca llegar a ese punto porque no me gustaría convertirme en aquello que odio.
Obtenemos lo que nos merecemos, y parece que existen muchas personas que no solo se merecen que les den garrote sino que también les gusta...y no precisamente porque sea eso lo que quieren.
Cometer un primer error es fácil, e incluso necesario para poder iniciar el aprendizaje pues ninguno nació sabio.
Volverlo a cometer puede llevarnos a asumirlo como error si en la primera vez pensábamos que era lo correcto; con una segunda arremetida podemos entender que algo falla y se esta cometiendo un error.
Cometerlo por tercera vez es mucho menos excusable, pero se podría alegar inocencia, falta de conocimiento, ignorancia, etc., aunque ya en este punto se duda mucho acerca del que comete el error.
Cometerlo por cuarta vez ya es clara muestra de estupidez y no hay nada que permita excusar a la persona. Por extensión, cometerlo mas veces conlleva a afirmar cada vez más la estupidez del sujeto.
Increíblemente conozco personas que llegan al cuarto nivel, e incluso mucho mas lejos, y debo decir que cuando esos errores reiterados son producidos por dependencia hacia otro u otros, por supuestos amores que en realidad tienen cara de todo menos de amor o por supuestas amistades que en realidad no lo son, las personas que cometen el error me producen lástima, asco y desagrado.
Y es que aunque en últimas no me importa lo que hagan con sus vidas (ya sean amigos o extraños), tengo un serio problema con que las personas no sean capaces de vivir sus vidas por sí solas sino a través de los demás.
Espero nunca llegar a ese punto porque no me gustaría convertirme en aquello que odio.
Obtenemos lo que nos merecemos, y parece que existen muchas personas que no solo se merecen que les den garrote sino que también les gusta...y no precisamente porque sea eso lo que quieren.