domingo, 6 de abril de 2008

PESADILLAS

"Me llamo Howard Phillips. Vivo en la Calle College, 66, Providence, Rhode Island. El 24 de noviembre de 1927 -no sé siquiera en qué año estamos- me quedé dormido y tuve un sueño; y desde entonces me ha sido imposible despertar."

El ser bajo la luz de la luna - H.P. Lovecraft


Debo decir que sufro constantemente de pesadillas. Algunas simplemente exaltan mis sentidos en medio de la noche y otras son tan fuertes que interrumpen mi sueño y me mantienen cabilando por el resto de la noche hasta que los primeros rayos del sol inundan mi habitación con un rojo pálido producto del color de las cortinas.
Sin embargo debo decir que no todas las pesadillas son malas. La mayoría hacen que mi imaginación se active y mi mente recree historias basadas en esos sueños lo que da paso a la escritura de un nuevo texto como la pesadilla que inspira este escrito.
Y es que no todas las pesadillas incluyen monstruos, fantasmas o muerte. Hay unas que son mucho peores porque se esconden en sueños plácidos y hermosos; sueños que no quisieramos que terminaran nunca porque nos transportan a un mundo fantástico en el que desearíamos vivir.
Digo que son pesadillas porque a pesar de ser un sueño que no queremos que termine, al despertar torturara nuestra mente con algo que en la realidad puede que nunca se cumpla.
Me refiero a esos sueños en los que estamos al lado de esa persona que amamos en silencio pero que en la vida real tal vez ni siquiera le dirigimos la palabra; a ese sueño en el que disfrutamos siendo niños por siempre al lado de familiares que pueden no estar a nuestro lado ahora; esos sueños en los que compartimos con amigos que no vemos hace muchos años y que posiblemente no volveremos a ver en la vida.
Estas "pesadillas" son mucho peores ya que no basta con despertar para que su efecto en nuestro subconsciente termine sino que al abrir los ojos efectúan su mayor daño haciendo que al volver a la realidad tengamos que afrontar que eso que soñamos no va a pasar.
La pesadilla no es el sueño en si, sino lo que vivimos al despertar.


¿Estas ahí?. ¿Seras capaz de hablarle?. ¿Le robaras un beso?. ¡Tu juventud jamas regresara!. Iluso. El niño murió y el ahora hombre no afronta su realidad. Madura. Cobarde. Ella no te esperara por siempre. Jamas la volverás a ver. Superalo...¡el ya esta muerto!. Iluso,¡ILUSO!. Fue tu culpa...¡TU CULPA!. Indeciso. Inestable. ¡¡¡¡ILUSO!!!!!!

SILENCIO


Esa maldita voz en mi cabeza no se calla; me enloquece pero...soy yo mismo. Esa voz es esa persona a la que no puedo evadir porque conoce todos mis secretos, sabe como pienso, conoce mis debilidades y temores y sabe que decir para herir mi sensibilidad.
Puede que sea esa voz la que escribe estas lineas tal vez porque como en el cuento de las ruinas circulares de Borges yo soy solo la pesadilla de alguien mas que esta luchando por despertar porque en su sueño no es capaz de hablar con esa mujer a la que ama, no puede sacar su carrera adelante, no consigue los objetivos que se ha planteado y esta inmerso en esa pesadilla que soy yo.


P.D.: Lo arriba escrito no es del todo realidad pero ¿donde acaba lo real y empieza la ficción?.