No espero nada de nadie.
No quiero nada de nadie.
No quiero ilusiones con nadie.
Excepto...
La incógnita generada por el vacio que poco a poco va colmando el sitio que debería albergar a la esperanza desespera, asfixia, descontrola, desanima.
Dan ganas de gritar, de correr, de huir, de injuriar, de llorar... ja; no se debe llorar, no se permite llorar. Cuando se llora la debilidad aflora y no se puede mostrar debilidad; somos fuertes, imponentes, implacables... no, llorar no es una opción. Mejor reír, aplacar los demonios con ira y risas. No es una combinación óptima -ni siquiera agradable- pero funciona.
Mientras la desconfianza se mantenga todo esta en orden. El equilibrio que brinda la soledad no se puede deshacer, ni siquiera abandonar. Es como una droga. Envicia. Controla. Y así como las drogas también destruye, carcome, corrompe. Crea una coraza que protege pero al mismo tiempo aisla -pero al fin y al cabo nada es perfecto en este mundo- .Al fin y al cabo ese aislamiento permite pensar e idear...
¿para que?.
Para el interior.
¿de que sirve crear todo un mundo si no sera apreciado?.
Para que mas apreciadores que nosotros mismos.
Vives en una fantasía.
Al menos allí soy feliz.
¿Como sabes que es felicidad si eres el único allí?.
Lo se porque no me siento triste.
¿No fue la tristeza la que te impulso a vivir la fantasía?.
La tristeza es cómplice no promotora.
Pero hace parte de la motivación para aislarte en fantasías.
...
¿Como puede inspirar felicidad algo basado en tristeza y odios?.
No mas.
¿Por que no respondes?.
He dicho basta.
¿Se te acabaron los argumentos?.
Silencio.
Que tristeza.
He dicho SILENCIO!!!.
No puedes ocultar la realidad silenciandola.
Se acabo. Todo se acabo. Ha llegado a su fin. El mundo perfecto se derrumba. Las mascaras se caen. Las risas se vuelven gritos agónicos. La ira se convierte en temor. No hay salida. Finalmente el vacío se ha tomado el lugar.
Un momento. Aun queda un "excepto". Una tabla de salvación. El ultimo recurso de un alma atormentada y desesperada pero ¿Donde?. El alivio de saber de la existencia de una salida nubla el raciocinio y la adrenalina impide ver con claridad. Hay una salida, es cierto, pero donde buscar. Como saber si esta a nuestro alcance. Como saber si la hemos encontrado.
Nada importa. Hay una salida.
Quiero encontrarla.
Quiero tenerla.
Quiero...encontrarte.